domingo, 3 de mayo de 2020


Sugerencias pedagógicas en Lenguaje 

¿Cómo lograr que los estudiantes le encuentren sentido a las reglas semánticas, fonológicas, sintácticas, gramaticales y pragmáticas de la lengua? 
La complejidad de los procesos comunicativos y de los elementos lingüísticos que intervienen en ellos requiere del uso contextualizado para lograr la comprensión y explicación de la pertinencia de sus usos en la comunicación. Se debe tener en cuenta que los usos del lenguaje están mediados por los contextos y las particularidades de las situaciones de comunicación. Por tal motivo, en el desarrollo de esa competencia lingüística intervienen procesos de orden pragmático y semántico que median la selección de estos elementos en la comunicación. 

Cuando el estudiante, a través de la experiencia comunicativa, ha logrado autonomía en el uso del código y sus particularidades o rasgos, según los contextos, puede decirse que ha adquirido una conciencia organizativa (relacionada con cómo se relacionan las letras, las palabras y las oraciones en un párrafo o texto), una conciencia gramatical, una conciencia fonológica, una conciencia lexical, una conciencia morfológica y una conciencia sintáctica, entre otras. Esto incluye rasgos de registros lingüísticos inclusive, así como de las variaciones fonéticas determinadas por la región. Entre los grados 1.º y 3.º, los niños están aún en el proceso de adquisición de la lengua escrita. 

Aquí se espera que el niño vaya avanzando grado a grado en la comprensión de los elementos que componen el lenguaje, así como en las reglas del uso y las convenciones según el contexto y las exigencias de la situación de comunicación. 

En este largo proceso que viene desde los primeros años de escolaridad, los niños evidencian falencias al leer y al escribir que comprometen directamente el trabajo de la conciencia fonológica, lexical, sintáctica y pragmática.

Para ello un trabajo inicial consiste en reforzar los principios básicos de la alfabetización: 
• Para empezar, el docente puede seleccionar un texto corto sobre un tema de interés de los estudiantes. Luego, se elige un grupo de palabras del texto y se realizan ejercicios asociados a la fragmentación, por ejemplo, utilizando palmadas y golpes de voz.
A continuación, a partir de las sílabas fragmentadas y sus sonidos se propone que los estudiantes formen nuevas palabras (síntesis) y que, al segmentar sonidos (análisis), cambien el significado de estas. Asimismo, se pueden desarrollar ejercicios que permitan identificar los sonidos iniciales de las palabras o imágenes cuyos nombres comparten el mismo sonido inicial, al igual que aislar sonidos de sílabas que permiten configurar nuevas palabras y con estas cambiar el sentido global del texto

• El docente puede seleccionar la letra de una canción o un poema que se destaque por sus rimas. En relación a este, se pueden realizar ejercicios que permitan la fragmentación y el conteo de sílabas en las palabras que riman, la formación de nuevas palabras omitiendo, sustituyendo o adicionando sílabas, la sustitución de las palabras que riman para identificar nuevos significados del verso y la construcción de una nueva letra de la canción o poema. 

• En otros casos es necesario volver a los soportes visuales (imagen, gesto fonético, palmadas) o con el apoyo de la grafía de los sonidos o sílabas para analizar la segmentación de sílabas, el reconocimiento y la distinción de fonemas. 
• Realizar cruces entre sílabas para armar nuevas palabras. 
• Unir/asociar imágenes con estructuras silábicas iguales. Clasificar imágenes según estructura silábica. 
• Identificar cuantas sílabas tiene la palabra palmeada. 
• Unir imágenes de palabras que contiene la estructura silábica dada. 
• Señalar imágenes que no se corresponden con la estructura silábica dada
• Otras actividades que se pueden desarrollar, sin aislarlas de un tema específico de la clase, están relacionadas con los ejercicios de atención y discriminación visual, construcción de conceptos básicos (direccionalidad, tamaños, posición espacial, número, orden, etc. y el desarrollo de la motricidad (seguir dirección de líneas), entre otras. En revisión para aumentar otra acción 

• En un párrafo corto que tenga sentido completo, se lee el texto, se lanzan hipótesis acerca de su contenido y de su estructura. Como paso siguiente, se identifican las oraciones que lo componen y analizan las palabras en función del sentido total del texto: ¿qué función cumple cada una de las palabras en el conjunto? 

• Omitir una palabra funcional (por ejemplo un conector), leer nuevamente el texto, de manera tal que el estudiante reconozca la importancia de ese elemento dentro del conjunto de palabras que conforman el párrafo. También se puede remplazar por otros conectores con el fin de hacer notar la pertinencia de la elección con respecto a lo que se expresa en el escrito. 

• Teniendo en cuenta que todo en el lenguaje puede ser explicado con base en las funciones que cumple, es importante que el estudiante reconozca la necesidad de utilizar el lenguaje de manera estratégica, adecuando sus usos y reglas a las exigencias de la situación y del contexto de la comunicación (la situación hace referencia al lugar, la naturaleza de los receptores, el tema a tratar y los objetivos que se persiguen en la comunicación, el contexto hace referencia al entorno lingüístico en que se halla el mensaje concreto a analizar). El lenguaje no se emplea en la nada, “funciona” en ‘contextos de situación’, y cualquier explicación del lenguaje que omita incluir la situación como ingrediente esencial posiblemente resulte artificial e inútil.” (Halliday 1982 : 42)


Las anteriores actividades permiten que los estudiantes desarrollen sensibilidad hacia las estructuras más pequeñas de la lengua: los fonemas (vocales y consonantes). Al igual que comprendan cómo estas estructuras, en sus respectivas combinaciones, dan origen a la significación de palabras, oraciones, párrafos y textos que responden a necesidades comunicativas. Cabe aclarar que estas actividades no garantizan la buena lectura y la buena escritura. Sin embargo, sí generan espacios para reflexiones que, en su momento, apoyarán el desarrollo de habilidades básicas para la escritura y la lectura. La tarea en el aula es y será siempre proporcionarles a los estudiantes un amplio abanico de materiales y situaciones en las que puedan cuestionar cualquier aspecto del lenguaje. Por su parte, encontrar respuestas adecuadas frente a estos cuestionamientos y definir estrategias para satisfacer necesidades comunicativas aportan a la capacidad de realizar un uso comunicativo de la lengua en el que se tengan presentes no solo las relaciones que se dan entre los signos lingüísticos y sus referentes, sino también las relaciones pragmáticas, es decir, aquellas que se dan entre el sistema de la lengua, por un lado, y los interlocutores y el contexto de comunicación, por otro.
En los grados 2° y 3° se solidifica en gran parte el interés por la escritura y la lectura, pero también se puede construir el interés por reflexionar acerca de los usos del lenguaje, sus reglas y convenciones en las necesidades de la comunicación: En este sentido es fundamental que al estudiante se le brinde la posibilidad de reflexionar y resolver, en situaciones contextualizadas aspectos como:
• Identificar unidades sonoras similares en diferentes posiciones. Pueden asociarse estos rasgos a partir de rimas, cantos, trabalenguas, etc.

• Reconocer cómo la división silábica determina convenciones importantes en el proceso de la escritura.
• Reconocer cómo dependiendo de dónde se ponga la coma o el punto, el mensaje cambia de sentido.
• Reconocer que los pronombres y los artículos, además de conservar la estructura oracional gramatical, tienen funciones importantes en la conservación de la unidad de sentido en los textos: su función en la correferencialidad, su función en la conservación de un tópico. Puede hacerse uso de estos rasgos para buscar la coherencia y la cohesión de lo que se dice, en lugar de caer en la actividad de hacer listas de artículos y pronombres.
• Identificar que hay palabras que suenan igual, pero que se escriben diferente y que significan cosas distintas. Esto apoyará la posterior comprensión de las reglas ortográficas.
• Identificar que las palabras cumplen diferentes funciones en la escritura. Por ejemplo, dada una situación, señalarles a los estudiantes las palabras que les permiten nombrar el sujeto, qué hace y cómo lo hace.
• Reconocer que hay palabras que nos permiten conectar nuestras ideas para expresar nuestras intenciones o sentimientos frente a las cosa y el mundo de una manera coherente (Relaciones de causa- contradicción igualdad, oposición, adición contraste., etc.)
• Reflexionar y reconocer cómo las oraciones que se expresan dentro de una situación de comunicación, con unos propósitos específicos, nos dicen mucho de las intenciones de los hablantes. 

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