La Inclusión en el Mitre
Mas de un centenar de niños y niñas pueblan las aulas del Bartolomé Mitre y más por
convicción que por ensayo y error, los docentes se la juegan por dar a esos niños un proyecto de vida en la diversidad.
“La inclusión es un proceso. Es
decir, la inclusión debe considerarse como una búsqueda incesante de mejores
formas de responder a la diversidad. Se trata de aprender a vivir con la
diferencia y de aprender a capitalizar las experiencias derivadas de las
diferencias, de tal forma que estas últimas lleguen a considerarse más
positivamente como incentivo para fomentar el aprendizaje, tanto de niños como
de adultos…
La inclusión se refiere a la presencia, la participación y los
resultados de todos los educandos. En este caso, la «presencia» remite al lugar
en que se imparte la educación a los niños y al grado de asiduidad y
puntualidad con que asisten a clase; la «participación» guarda relación con la
calidad de sus experiencias durante la asistencia y, por lo tanto, debe
incorporar las opiniones de los propios educandos; y los «resultados» se
refieren a los logros del aprendizaje en todas las áreas de estudio, no
únicamente a los resultados de pruebas o exámenes…”
Es por lo anterior, que en el
diseño de los planes de área y de aula tenemos tener en cuenta las necesidades
potenciales de los estudiantes, así como las adaptaciones que se puedan
realizar de acuerdo a quienes tenemos en el aula, para que sean más funcionales
y la diversidad no se convierta en obstáculo para la práctica pedagógica de los
docentes. Por ello, conscientes de la diversidad de los niños y niñas que
habitan el aula, consideramos necesario brindar apoyos que les permita a todos
acceder al aprendizaje desde la diversidad.
Permitir a los estudiantes las
mismas oportunidades de acceder al aprendizaje, requiere diseñar planes de aula
no solo flexibles, sino pensados para todos; que potencien las diferentes
capacidades individuales de los sujetos gracias a la reflexión y planeación de
los planes de área y aula.
Comprender y reconocer que no todos aprendemos de
la misma manera, que los ritmos y estilos de aprendizaje varían de acuerdo a
los sujetos que tenemos en el aula, va a brindar el espacio de posibilidad de
diseñar planeaciones centradas en las capacidades a fortalecer de los
estudiantes, usando como excusa los diferentes contenidos específicos de las
áreas del currículo.
En consecuencia, la herramienta que puede servir para que
se inicie esta transformación está configurada por el Diseño Universal de
Aprendizaje, DUA, entendido este como el instrumento que:
Hacer consciente la manera en que
se puede planear desde la perspectiva de la Atención a la diversidad, teniendo
en cuenta la propuesta planteada en el Diseño Universal de Aprendizaje, se
tiene en cuenta que las redes cerebrales implicadas en el aprendizaje (reconocimiento,
estratégicas y afectivas) pueden ser fortalecidas por los docentes a partir de
los principios del DUA que responden a las cuestiones que se preguntan los
docentes a la hora de realizar las planeaciones de aula:
Qué enseñar.
Principio
I. Proporcionar múltiples formas de representación de la información y de los
contenidos a enseñar. Cómo enseñar.
Principio II. Proporcionar múltiples formas
de expresión del aprendizaje y Porqué enseñar.
Principio III. Proporcionar
múltiples formas de implicación de los estudiantes en el proceso de aprender y
aprehender a partir de una excusa pedagógica y didáctica de los contenidos
ofrece otros escenarios enriquecidos que repercute de manera directa en las
prácticas pedagógicas de los docentes.
Es importante a su vez, tener en
cuenta que los estudios desde la perspectiva sociocultural y cognitiva a partir
de la noción de andamiaje desarrollada por J Brunner desde los postulados la
Zona de Desarrollo Próximo de L. Vygotsky permite comprender que los maestros, los
padres y los mismos compañeros pueden servir en una estructura de apoyo durante
el proceso de aprendizaje. Este autor propone el concepto de “andamiaje”, “como
un proceso de transferencia de habilidades, en el que el adulto apoya al niño
en el aprendizaje.
Al principio el apoyo es grande y poco a poco va retirando
su control sobre el proceso hasta que el niño logra el aprendizaje” (Brunner,
1978), fortaleciendo unas habilidades y posibilitando que surjan nuevas que se
asocian os e relacionan con las habilidades que se tienen.
Redes cerebrales implicadas
en el aprendizaje
1.Redes de reconocimiento.
Especializadas en percibir la información
y asignarle significados.
En la práctica, estas redes permiten
reconocer letras, números, símbolos, palabras, objetos…, además de otros
patrones más complejos, como el estilo literario de un escritor y conceptos
abstractos, como la libertad.
2.
Redes estratégicas.
Especializadas en planificar, ejecutar y
monitorizar las tareas motrices y mentales.
En la práctica, estas redes permiten a
las personas, desde sacar un libro de una mochila hasta diseñar la estructura y
la escritura de un comentario de texto.
3.
Redes afectivas
Especializadas
en asignar significados emocionales a las tareas. Están relacionadas con la
motivación y la implicación en el propio aprendizaje. En la práctica, estas
redes están influidas por los intereses de las personas, el estado de ánimo o
las experiencias previas
Principios del DUA
1.Responde al qué
Proporcionar múltiples formas de
representación de la información y los contenidos. Los estudiantes son distintos en la
forma en que perciben y comprenden la información.
2.
Responde al cómo
Proporcionar múltiples formas de
expresión del aprendizaje. Cada
estudiante tiene sus propias habilidades estratégicas y organizativas para
expresar lo que sabe.
3.
Responde al porqué.
Proporcionar múltiples formas de
implicación para que los estudiantes
se comprometan y estén motivados con el aprendizaje
Plan
individual de Ajustes Razonables PIAR
Con
el propósito de facilitar el registro de la información de todos los niños,
niñas, adolescentes, jóvenes y adultos que acceden al servicio educativo,
incluyendo aquellos con discapacidad y promover formatos universales que
faciliten la misma información en casos de movilidad de los estudiantes en
diferentes regiones del país.
Este instrumento
registra información importante sobre los Entornos del estudiante: Hogar, Salud
y Personal. Debe ser diligenciado a partir de la información suministrada por
la familia y será adjuntado a la historia escolar del estudiante, la cual podrá
ser revisada por el o los docentes del estudiante y los profesionales de apoyo,
observando las condiciones de privacidad y reserva de la información
recolectada.
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