NARRADOR-TIEMPO-ESPACIO
NARRADOR:
Al comenzar a leer el libro nos
damos cuenta, con la primera frase que es un narrador omnisciente, es decir,
exterior e invisible con relación al mundo a lo mundo narrado.
"Muchos años después, frente
al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar
aquella tarde remota en que el padre lo llevo a ver el hielo".
Se puede apreciar que el narrador
se encuentra fuera de la historia, es importante recordar que el narrador
omnisciente sabe el pasado, presente y futuro de los personajes y de la
historia. Pero también éste desaparece y da paso a los diálogos de los
personajes.
Si bien a lo largo de toda la
novela podemos afirmar que el tipo de narrador es el omnisciente, como ya se
dijo, en la última frase de Cien Años de Soledad, se ve lo contrario, ya que se
cambia el narrador.
"Sin embargo, antes de
llegar al verso final ya había comprendido que no saldría jamás de ese cuarto,
pues estaba previsto que la ciudad de los espejos (o espejismos) seria arrasada
por el viento y desterrada de la memoria de los hombres y en el instante en que
Aureliano Babilonia acaba de descifrar los pergaminos y todo lo escrito en
ellos era irrepetible desde siempre y para siempre, porque las estirpes
condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la
tierra".
En este momento el narrador
situado afuera de la historia pasa a ser un personaje a vivir dentro de la
historia.
ESPACIO:
La historia transcurre en
Macondo, un pueblo creado e imaginado por Gabriel García Márquez. Es aquí donde
suceden los hechos que si bien se apoyan de hechos reales se transforma en
ideal por la fantasía del autor, donde todo es posible: seres más que
centenarios, lluvias que duran más de cuatro años, apariciones y diálogos con
muertos, alfombra que vuelan, etc.
En sus comienzos, Macondo, era un
"mundo ideal", un paraíso.
"Macondo era entonces una
aldea de veintes casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río
de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas
y enormes como huevos prehistóricos".
"En pocos años, Macondo fue
la aldea más ordenada y laboriosa que cualquiera de las conocidas hasta
entonces por sus 300 habitantes. Era de verdad una aldea feliz, donde nadie era
mayor de treinta años y donde nadie había muerto".
Pero en el transcurso de la
historia este mundo de realidades mágicas se ve afectado cuando entra "el
mal" en Macondo, las guerras civiles, la fiebre del banano, la llegada de
gente de distintos lugares a raíz de la empresa bananera, el odio político,
pobreza, las matanzas, las sequías, la llegada del ferrocarril, lo que solo
trae desgracias y muertes.
Así, lo imaginario y lo real se enlazan con la
historia de Colombia y con los males que afecta a toda Latinoamérica. Y
terminando con el exterminio total de la aldea Macondo.
"Macondo estaba en ruinas.
En los pantanos de las calles quedaban muebles despedazados, esqueletos de
animales cubiertos de lirios colorados, últimos recuerdos de las hordas de
advenedizos que se fugaron de Macondo tan atolondradamente como habían
llegado".
"Macondo era ya un pavoroso
remolino de polvo y escombros ...".
TIEMPO:
Pero en realidad el tiempo de la
novela no es sucesivo, cíclico o cronológico, sino cerrado. Se pueden ver
distintos rasgos o características en esta novela:
Constantes saltos del presente al
pasado y repentinamente al futuro.
"José Arcadio Buendía quien decidió
por esos años que en las calles del pueblo se sembrarán almendros en vez de
acacias, y quien descubrió sin revelarlos nunca los métodos para hacerlos
eternos. Muchos años después cuando Macondo fue un campamento de casas de
madera y techos de cinc, todavía perduraban en las calles más antiguas los
almendros rotos y polvorientos, aunque nadie sabía entonces quien los había
sembrado".
-El hombre de Rebeca Buendía el único que tuvo siempre y llevo
con dignidad hasta la muerte".
"Aureliano apareció vestido
de terciopelo negro entre Amaranta y Rebeca tenía la languidez y la misma
mirada clarividente que había detener años más tarde frente al pelotón de
fusilamiento".
"Muchos años después, frente
al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar
aquella tarde remota en la que su padre lo llevó a conocer el hielo.
Macondo
era entonces...".
Es circular, porque hay varios
hechos que se repiten cada cierto tiempo. Los mismos nombres, las mismas
características de los personajes se heredan de generación en generación, y los
hechos son similares hasta el fin de la novela.
"El hijo de Pilar Ternera
fue llevado a casa de sus abuelos a las dos semanas de nacido. Úrsula lo
admitió de mala gana, vencida una vez más por la terquedad de su marido que no
pudo tolerar la idea de que un retoño de su sangre quedara navegando en la
deriva, pero impuso la condición de que se ocultara al niño su verdadera
identidad.
Aunque recibió el nombre de José Arcadio, terminaron por llamarlo
simplemente Arcadio para evitar confusiones".
"Cuando nació el hijo de
Aureliano y Pilar Ternera y fue llevada a la casa y bautizado en ceremonia
íntima con el nombre de Aureliano José.".
"Que la historia de la
familia era un engranaje de repeticiones irreparables, una rueda giratoria que
hubiera seguido dando vueltas hasta la eternidad de no haber sido por el
desgaste progresivo e irremediable del eje".
Es lineal porque toda la vida de
estos personajes estaba narrada en unos pergaminos escritos por uno de los
personajes:
"...radicaba en que
Melquíades no había ordenado los hechos en el tiempo convencional de los
hombres, sino que concentró un siglo de episodios cotidianos, de modo que todos
coexistieran en un instante."
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