domingo, 31 de mayo de 2020

EL SÍNTOMA QUE NOS DEFINE





Síndrome de Fisheye

Las formas de comunicarnos con nuestros estudiantes han sido variadas -cuánta imaginación tenemos- Los diversos tipos de interacción permiten monitorear la necesidad de apoyo o de mayores desafíos de las y los estudiantes en el trabajo virtual, toda vez que a veces solo unos chicos hablan y se hace difícil interlocutar con todos.

Incluso utilizamos tarjetas que han sido útiles para que las y los estudiantes les comuniquen al tiempo y ante una pregunta en especial, ¿cuánto sienten? ¿que están comprendiendo?, etc.; de manera que así, el docente pueda tomar decisiones inmediatas, con esa información, y ajustar y/o modificar el desarrollo de la guía.

Algunos docentes han reflejado desazón por el problema de la interacción o los pocos estudiantes que entienden o trabajan y ello ha dado al traste con la confianza del trabajo.

Huelga decir, que el cambio no ha sido fácil. Para unos no muy significativo, otros regular; pero es bueno tener en cuente, que, con la virtualidad, esas manifestaciones pasan por el criterio de las percepciones.

REFLEXIÓN
Por ejemplo: En la presencialidad nuestra percepción la advertimos diferente, porque somos responsables directos del proceso. Somos quienes planeamos, desarrollamos e inducimos las clases.
Pero hagamos un ejercicio de análisis de la misma.

Cuando planeamos y en aras de despertar el interés, la motivación y enfocar la atención de los estudiantes por el aprendizaje; buscamos reconocer los saberes previos y relacionarlos con el nuevo aprendizaje, para ello recurrimos (deber ser) al entorno e incluso por analogías, tratamos de identificar los diversos casos o particulares previsibles en que puede desarrollarse nuestra materia o dónde pueden los estudiantes advertir eso que le vamos a enseñar (casuística) es decir, cómo se aplica ese aprendizaje en la realidad y por ello, como docentes, antes, nos respondemos: ¿Qué van a aprender los estudiantes? ¿Por qué los estudiantes necesitan dicho aprendizaje? ¿Cómo voy a desarrollar la actividad?

Esto en aras de fomentar un clima de aula positivo para el aprendizaje y lógicamente que despierte interés y genere o promueva altas expectativas, aplicando los referentes de calidad nacionales (DBA). (Exploración)

Pues bien, hasta acá he conjugado los referentes institucionales de calidad (PEI- Plan de estudios-) con los referentes nacionales (DBA- Matrices de referencia-Orientaciones pedagógicas) y lo he visto a la luz de mi saber contextual y saber pedagógico.

Luego, cuando estoy en el aula, explicó los objetivos de la clase, etc.; y empiezo a desarrollar el saber disciplinar que lógicamente advertí en mi planeación. Acá estoy en la estructuración (segundo momento) y vierto allí la conceptualización, enseñanza explícita y modelación en relación al objetivo de aprendizaje que propuse. Explico, utilizando diversos medios (calculando el tiempo). 

Hago en muchos casos preguntas de si “entendieron” y me siento bien porque cuatro o cinco estudiantes me respondieron e incluso no advierto que si no responden esas preguntas que hice, yo las respondo (siempre enseñando al acierto) para evitar el error de los estudiantes.

La clase transcurre normal y para ello organicé una serie de actividades propias del momento de la práctica. 
Veo a los estudiantes organizados, los veo “acuciosos trabajando”. Recorro las mesas en aquellos que llaman de mi atención. Hago que se relacione el objetivo de aprendizaje con lo expuesto teóricamente y acorde con el contexto en el que se encuentran los estudiantes.

Ya en la transferencia, planteo que los estudiantes confronten lo que planeé (la exploración con la práctica) y adviertan el entorno como potenciador de ese aprendizaje o receptor del mismo e incluso como producto y puedan socializar y transferir lo comprendido con otros ejemplos reales; con el fin de constatar si se logró el objetivo de aprendizaje.

Si estoy haciendo evaluación formativa - auténtica, ya tengo insumos para la valoración, porque el proceso se ha seguido conforme a lo planeado.

Cómo planee conforme a la estructura de mi área (plan de área con formato diferenciado) en torno a componentes, proceso o subprocesos etc.; tengo claro, en caso de tener dificultades el estudiante, donde está su cuello de botella y en la secuencia didáctica, que se tiene, está el mismo plan de mejoramiento y se conoce desde la exploración. 

Así el estudiante no tiene que repetir todo el periodo o todos los aprendizajes.

En muchas ocasiones el timbre termina la clase y no alcanzamos a la retroalimentación, por varios factores.

Salgo satisfecho del aula y quizás no advertí, que, aunque hice una muy buena secuencia didáctica o planeación y la clase estuvo animada, sufrí el Síndrome de Fisheye; que es una condición que afecta nuestra percepción, como si estuviéramos mirando a través de un lente ojo de pez, del tipo que usan en las mirillas. 

¡¡¡Síndrome!!!
La palabra síndrome se refiere al conjunto de síntomas que definen o caracterizan a una enfermedad o a una condición que se manifiesta en un sujeto y que puede tener o no causas conocidas. Por norma general, el término se asocia a estados negativos, revelados por medio de determinado conjunto de fenómenos o signos.

Existen una inmensa variedad de síndromes debidamente identificados. Estos pueden referirse tanto a condiciones de salud orgánica como a patrones de comportamiento insanos, razón por la cual el término suele tener una amplia utilización en la medicina, la psiquiatría, la psicología y la psicología social. Aclaro que existe diferencia entre síndrome y enfermedad. Los síndromes pueden estar relacionados con una o más enfermedades. Esto implica que síndrome y enfermedad no son sinónimos y, de hecho, son conceptos diferentes

¿Como ve el pez?

Los peces poseen un campo de visión binocular situado allí donde les es más útil para hacerse con su alimento, delante de la boca. Situada al frente y sobre su cabeza será el que ofrece la mejor percepción visual, al darles la ventaja de detectar objetos y movimiento con ambos ojos. Además, en este campo binocular anterior es donde su vista es más aguda y en donde disponen de la capacidad de calcular distancias, aspecto este tanto necesario para capturar a sus presas.

En óptica “El objetivo ojo de pez es una forma especial de objetivo gran angular, cuya distorsión (deliberada) se asemeja a una imagen reflejada en una esfera…el elemento frontal de estos objetivos es muy grande”.

Cuando estoy en la presencialidad tengo a todos mis estudiantes agrupados en un aula. En la virtualidad he tenido que buscar los estudiantes uno por uno y estoy laborando en cuerpo ajeno.


Asociando conceptos
¿Qué cómo me afectó el tal síndrome sin darme cuenta?

La presencialidad.
Pues bien, en nuestras clases, generalmente tenemos varios chicos que son los pilos, que están atentos, responden, tienen empatía por la materia etc...

Esos estudiantes, sin quererlo y conceptualmente, nos parecen "más grandes" que otros porque son los siempre me participan en la clase (Y ahí confundo el SER de la nota). Toman más energía y captan más nuestra atención y por su grado de participación hacen que los demás se desvanezcan en la periferia. 

Solo veo a esos que enfoco, porque me interesan para el desarrollo de la clase; pero muchos se pierden en la periferia – algunos, incluso, los tengo prejuiciados- bien sea porque no trabajan, no necesitan ayuda; creo que están trabajando; los veo entretenidos en sus puestos sin hacer indisciplina etc.

Esos estudiantes de la periferia, en su mayoría, no los caracterizo conforme a las cuatro habilidades básicas: (Cognitivas, emocionales, comunicativas. ciudadanas o de interrelación) sea por el factor que sea; pero ya tengo una conceptualización que puede, incluso influir en la valoración final. De esos son los que tenemos la vaga sensación de que están allí, y no nos molestamos para incluirlos; es más, esos estudiantes magnificados son demasiado difíciles de resistir, mantienen nuestra atención, porque creemos que son la respuesta a nuestro esfuerzo.

En la virtualidad.
Cuando enviamos las guías, lógicamente hemos organizado, en la exploración, una serie de recomendados y un paso a paso temporal. Precisamos, incluso, entrega de insumos etc.

En comunidades con población marginada o vulnerable, la situación no es fácil y demanda más esfuerzo del docente; quien debe combinar muchas estrategias ante obstáculos reales: La conectividad, la alfabetización de padres o acudientes, su escolaridad; el tiempo de ayuda e incluso los recursos culturales. 

Muchos piensan que marginalidad es sólo ausencia de recursos económicos; ¡no! lo más grave para la educación es la carencia de recursos culturales.

Piensen en los factores lingüísticos y sociales; ahí tienen un cuello de botella para rechazar la guía por larga o que no se comprende. (Analicen no más en cuántas palabras, de las que usted pronuncia en clase – léxico normal- cuando está desarrollando su discurso pedagógico, no las entiende el estudiante porque no sabe su significado) 

Es larga porque tiene pereza y un factor puede ser que en los primeros años les privilegiaron oraciones cortas y no han adecuado la enseñanza del texto (Muchos se quedaron en Ferdinand de Saussure con la palabra; tocaron incipientemente a Chomsky, pero no están con Teun Adrianus van Dijk)

Otros se quejan de las gráficas, olvidan que los cimientos de las pruebas SABER son los textos discontinuos y una gráfica no es una ilustración de Bob esponja, es un infográfico – si se quiere- que coadyuva al proceso de la guía. Si le agrega la paciencia de quien le guía en casa; tiene el Leitmotiv preciso para denostar de su trabajo, soslayarlo y hacer que usted viva en una posición estresada.

Tiene, entonces, todo como un caldo de cultivo para que el reflejo sea rechazo y queja.

Eso mismo ocurre en la presencialidad. La diferencia es que, como usted, en la ausencia, se está encargando de analizar caso por caso; porque no todos se comunican de la misma forma, lo detecta y se desanima.

Es más, cuando está interlocutando – en la conectividad- con doce de los 36 estudiantes (que es la media en lo público de conectividad)- y digo interlocutando, porque no puede ser clase por aquello de la equidad e igualdad y ante todo por un factor esencial que es la a- didáctica, es decir, la identificación del error por parte del estudiante, que luego se puede retroalimentar desde el acierto-Lo advierte.

Como observan no todo lo que ha dejado la pandemia es malo. Se ha evidenciado un cambio grande en la comunicación.


Hemos detectado algunos problemas y estamos trabajando e invirtiendo para ello, pero debemos saber esperar. 

La inversión en uno mismo es la más rentable, pero es lenta.

El error más caro es no saber esperar, la prisa es en realidad miedo, desconfianza en uno mismo. Nuestro límite no lo suele marcar nuestras experiencias o competencias, sino nuestro propósito -la capacidad de soñar- y la confianza en hacer ese sueño posible.

Debemos configurar la resiliencia necesaria para enfrentarnos a ese entorno incierto de educar en cuerpo ajeno y como vemos algo adverso, por lo que habrá que trabajar duro.

A eso recurrimos con inteligencia emocional y la primera dimensión de la inteligencia emocional (la autoconciencia y el autoconocimiento) es la clave para poder guiar nuestro aprendizaje. La autoconciencia de nuestros valores, fortalezas o debilidades son la clave para la automejora y la autogestión.


Para determinar de forma objetiva nuestra posición en un entorno cambiante es necesario un elevado pensamiento crítico, pues no hay a nadie a quién engañemos más que a nosotros mismos y si estamos haciendo las cosas deontológicamente acordes con nuestra misión, no debe haber espacio para el desánimo.

Sólo debemos potenciar el trabajo, en equipo, de todas las cosas que nos hacen mejorar nuestra capacidad de autoconocimiento e incrementar el pensamiento crítico sobre nosotros mismos y nuestra labor; es nuestra capacidad de hacer preguntas, pedir y recibir feedback, apoyarnos en nuestros pares académicos, trabajando en equipo, indagando con los niños, comprometiendo, en la corresponsabilidad, mas a los padres. El resto. ¡es milonga!

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