Los cuatro pilares de la educación
Fuente: JACQUES DELORS, La educación encierra un tesoro, Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI, Madrid, Editorial Santillana Unesco, 1996. .
El siglo XXI, que ofrecerá recursos sin precedentes tanto a la circulación y al almacenamiento
de informaciones como a la comunicación, planteará a la educación una doble exigencia que
a primera vista puede parecer casi contradictoria: la educación deberá transmitir, masiva y
eficazmente, un volumen cada vez mayor de conocimientos teóricos y técnicos.
Simultáneamente
deberá hallar y definir orientaciones que permitan no dejarse sumergir por las corrientes de
informaciones más o menos efímeras que invaden los espacios públicos y privados y conservar
el rumbo en proyectos de desarrollo individuales y colectivos.
Para cumplir con los desafíos
que se le presentan la educación debe estructurarse en torno a cuatro aprendizajes fundamentales
y que serán para cada persona, en el transcurso de su vida, los pilares del conocimiento:
aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser.
El aprender a conocer implica el dominio de los instrumentos mismos del saber más que
la adquisición de conocimientos codificados y sistemáticos. Debe lograr combinar una culturageneral suficientemente amplia con la posibilidad de especializarse en el conocimiento de una
actividad.
Como condición previa a este aprender es necesario el aprender a aprender,
ejercitando la atención, la memoria y el pensamiento inductivo y deductivo para poder
aprovechar las posibilidades que ofrece la educación a lo largo de la vida.
El aprender a hacer ya no se lo puede entender como la preparación del individuo para
desempeñar una tarea material definida, sino como una competencia que lo capacite para
hacer frente a gran número de situaciones y a trabajar en equipo.
Pero también aprender a
hacer en el marco de distintas experiencias sociales o de trabajo que se ofrecen a los jóvenes
y adolescentes, bien espontáneamente a causa del contexto social o nacional o bien formalmente
gracias al desarrollo de la enseñanza por alternancia, fenómenos de la economía no estructurada.
Aprender a vivir juntos implica dos orientaciones complementarias, por un lado el
conocimiento gradual del otro, que involucra forzosamente el conocimiento de uno mismo,
y por otro, la participación en proyectos comunes que resalten la interdependencia entre los
individuos respetando los valores del pluralismo, la comprensión mutua y la paz.
La función esencial de la educación es conferir a todos los seres humanos la libertad de
pensamiento, de juicio y de responsabilidad personal, contribuyendo al desarrollo global de
cada persona.
El aprender a ser implica no menospreciar en la educación ninguna de las
posibilidades de cada uno: memoria, razonamiento, sentido estético, capacidades físicas,
aptitudes para comunicar. Finalmente, debe señalarse la importancia de concebir a la educación
como un todo, sin otorgar a la adquisición de conocimientos la prioridad que tradicionalmente
se le asigna, en detrimento de los otros tres pilares.
La educación a lo largo de la vida
La educación ocupa un lugar cada vez mayor en la vida de los individuos a medida
que aumenta su función en la dinámica de las sociedades modernas.
En vísperas del siglo
XXI, la educación ha adoptado múltiples formas y abarca desde la infancia hasta el final
de la vida, transmitiendo los medios que permiten a una persona adquirir un conocimiento
dinámico del mundo, de los demás y de sí mismo, combinando con flexibilidad los cuatro
pilares de aprendizaje. Sin embargo, el deseo de aprender también acentúa las desigualdades
generadas por el acceso o no a la educación básica.
Medidas enérgicas son necesarias
para revertir esta situación y presentar a la educación a lo largo de la vida como una nueva
oportunidad para aquellos individuos que no han podido lograr una escolaridad completa
o han abandonado el sistema educativo en situación de fracaso.
El concepto de educación a lo largo de la vida es la clave para entrar al siglo venidero y
se asocia a la noción de sociedad educativa en la que todo puede ser ocasión para aprender
y desarrollar las capacidades del individuo.
Es así como el sistema escolar debe complementarse sin contradecirse con otros ámbitos
de aprendizaje continuo, como son la familia, el mercado laboral o los medios de comunicación.
La educación a lo largo de la vida es una educación pluridimensional, lo cual no implica que
uno u otro espacio pueda ser prioritario según los momentos de la vida, pero conviene tener
en cuenta su carácter complementario y facilitar la compleja transición de uno a otro,
restableciendo la coherencia educativa propia de las sociedades tradicionales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario