“Quien conoce su aldea, conoce el universo…”
León Tolstoi
La innovación
educativa exige un nuevo tipo de docentes que lideren las transformaciones de
sus establecimientos para asegurar su éxito, es decir, exige un liderazgo
transformador que recale en la calidad.
El cambio es el
nuevo paradigma, y la innovación el principal reto institucional.
En la cotidianeidad de mi labor como tutor, siempre he creído en lo imperioso que es reconvertir el aula y por ende al docente-líder para que movilice, genere y visione el futuro, cree emociones positivas de cambio; verbos rectores en una hoja de ruta de calidad.
Si bien en el
currículo confluyen tres grandes ámbitos de aprendizaje: conocimientos,
capacidades y valores , en aras de desarrollar en los estudiantes competencias
o capacidades ampliamente definidas, como la reflexión crítica y creativa; en
el docente también se relaciona la confluencia de tres saberes básicos: tres
tipos de saber: el disciplinar, el pedagógico y el didáctico ( contextual) que
le van a permitir resolver el ¿Qué sé?, ¿cómo comunico lo que sé? y ¿cómo me
transformo y transformo con lo que sé?
Se ha dicho que el currículo representa una selección consciente y sistemática de conocimientos, capacidades y valores; una selección que incide sobre la manera en que se organizan los procesos de enseñanza, aprendizaje y evaluación para abordar cuestiones como qué, por qué, cuándo y cómo deberían aprender los estudiantes, amén de reflejar en su esencia si la educación que conlleva es inclusiva, lo que garantiza la equidad.
Pero este deber ser de mi labor, contrasta en el trabajo de campo y con las consideraciones expuestas por las profesoras de la Universidad de Navarra, Aurora Bernal Martínez de Soria y Sara Ibarrola García, en su artículo; “Liderazgo del profesor: objetivo básico de la gestión educativa” donde se identifican unas características especiales que proporcionan la estructura para impartir un aprendizaje de calidad, en lo que debe ser un tránsito armónico del docente a líder, como fruto de la experiencia del aula y el reconocimiento innovador, desde donde docente puede ejercer un liderazgo propio, como profesor, al gestionar su labor, sin ser un directivo docente y transformando su entorno o contexto - su quehacer- impactando desde su rol de simple maestro: maestro innovador.
DESARROLLO
Plantean Aurora
Bernal Martínez de Soria y Sara Ibarrola García una premisa de calidad
fundamentada en el liderazgo del profesor como uno de los principales cometidos
en la gestión de los centros educativos. Que supere el prurito de asumir el
liderazgo con la gestión de recursos –liderazgo administrativo o gerencia- en
sus diferentes tipos –liderazgo distribuido, compartido, democrático,
participativo o paralelo–, donde se intenta asumir que dicho liderazgo - del
profesor- debe verse reflejado en su asunción como directivo – rector o
coordinador- que como ellas expresan, son las figuras habituales que
representan a los líderes escolares.
EL
CONCEPTO DE LIDERAZGO DEL PROFESOR
Consignan las
investigadoras que el liderazgo del profesor no es bien ponderado, a pesar de
su importancia, quizás porque es mirado, más desde el liderazgo, instruccional,
pedagógico o centrado en el aprendizaje, ya que se cuenta para función propia del profesor, determinado como
buen docente a partir de su experticia en el proceso de enseñanza aprendizaje y
ponderado por diversos tipos de liderazgo:
a) Liderazgo instruccional.
Donde el quid se hace desde los aspectos gerenciales a los resultados
académicos, con énfasis en el directivo docente en un liderazgo donde el
profesor se destaca por su ánimo colaborativo, al reformular - en conjunto- el
currículo y los procesos de enseñanza y evaluación. De esta forma el docente está legitimado en el aula y fuera de
ella, porque influye en la creación de una cultura que promueve el aprendizaje,
pero sujeto a referentes de tipo nacional, caso Colombia, lo que inhibe su
autonomía y condiciona su trabajo.
Actualmente con el PTA, tratamos de fortalecer las
comunidades de aprendizaje, para que docente retome sus proceso al plantear,
por ejemplo un liderazgo desde el concepto de Ambientes Híbridos de Aprendizaje
como la alternativa para cubrir esas formas variadas (en lo presencial, en
casa, con recursos análogos, digitales, de forma sincrónica y asincrónica) que
los docentes usan para impartir los procesos de enseñanza y el aprendizaje y
continuar con la educación de los estudiantes en el esquema de alternancia, las
diferentes maneras de combinar la presencialidad/no presencialidad,
escuela/casa, lo digital/analógico, sincronía/asincronía, entre otros. Aquí es
docente es un colaborador
Liderazgo distribuido: Se aduce que responde a un contexto en el que confluyen cambios organizativos y sociales, donde se configura el paso de la jerarquía a la redarquía con énfasis en el valor dado al conocimiento, la información y la comunicación.
Mucho se ha hablado que en la era de la innovación y
de la digitalización las instituciones educativas deben responder pro
formaciones que asuman esa competitividad que hace que su tenga como un
imperativo ante el auge de la economía digital, lo que precisa que aquellos
directivos que no puedan o no sepan adoptar los nuevos comportamientos se
convertirán muy probablemente en graves problemas para sus instituciones. Esto
por acción- reacción ante el medio puede generar, como se aduce en el artículo,
un modo de organización en la que hay más líderes que directivos, resaltando
una configuración de interacciones entre líderes, seguidores y situación, al
tiempo que se potencia para mayor bagaje de interacción y fortalecimiento de
las comunidades de aprendizaje. Aquí el papel el docente es el del experto, que ayuda o asesora al
directivo. En Colombia se trata de asumir en las instituciones cuando el
docente se hace coordinador de área, integrando por ejemplo el Consejo
Académico y fortaleciendo su saber pedagógico.
1.
¿Qué fines educativos se procura
alcanzar?
2.
¿Qué experiencias educativas pueden
proporcionarse que puedan alcanzar estos fines?
3.
¿Cómo deberían organizarse efectivamente
estas experiencias educativas?
4.
¿Cómo se debería determinar si se han
alcanzado esos objetivos?
1.
¿Hay objetivos claros para el currículo?
2.
¿Está actualizado el currículo?
3.
¿Es pertinente para las vidas, experiencias,
entornos y aspiraciones presentes y futuros de los estudiantes?
4.
¿Crea un futuro próspero desde el punto de
vista social y económico respetando al mismo tiempo el pasado, la historia y
las tradiciones culturales del país?
5.
¿Es el currículo equitativo e inclusivo
(es decir, tiene en cuenta la diversidad de los
6.
alumnos y de sus necesidades, atiende a
los grupos marginados, evita prejuicios)?
7.
¿Está el currículo centrado en el alumno
y está adaptado a él (es decir, tiene en cuenta las necesidades de los alumnos,
evita los sesgos y la discriminación, está bien sincronizado con respecto a la
edad de los alumnos, contribuye al desarrollo personal y la preparación para la
vida, tiene sentido, es significativo para los alumnos, evita sobrecargar a los
alumnos)?
8.
¿Es el currículo abierto y flexible, a fin de
poder abordar los nuevos problemas y oportunidades mediante la integración de
cuestiones nuevas o emergentes?
9.
¿Es el currículo coherente y uniforme en
todos los diferentes grados, etapas y tramos educativos y en las áreas de
aprendizaje o asignaturas?
La enseñanza
como acción intencionada y el aprendizaje como acción cognitiva, permea el
trabajo docente y pone en juego sus tres saberes, lo que constituye el liderazgo
del docente desde su agencia, al asumir el liderazgo como el arte de la conducción. Liderazgo que se
fortalece allende a las fronteras del aula y transciende su entorno.
Esa agencia llena de esencias misionales y funciones institucionales, se ve opacada por la burocratización, el anonimato, la corrupción , la paquidermia procesual, la cultura de la desconfianza basa en la evidencia, la pérdida de tiempo, la zona de confort, la pérdida de calidad, el síndrome de Burnout el síndrome burocrático y como asumen algunos prácticas alienantes forjadas bajo el modelo administrativista, son los principales enemigos del liderazgo y que contrasta con las funciones del buen docente al generar indiferencia, complacencia, repartición de culpas, desconfianza a las propuestas de innovación de sus compañeros, resistencia estratégica y bloqueo el cambio.
FOCOS
DE INTERÉS EN LA INVESTIGACIÓN SOBRE EL LIDERAZGO DEL PROFESOR
Así
como en el acto educativo se conjugan tres elementos fundamentales como son: lo
emocional, lo cognitivo y lo pragmático; en el liderazgo del docente también se
asumen tres elementos constitutivos de dicho liderazgo: 1. La concepción de la
enseñanza que tiene el profesor. 2. Su competencia emocional y 3. Su percepción
acerca del clima socioemocional del centro educativo.
Tanto en el acto educativo como en el liderazgo se reconfigura una reflexión sobre el ser, la identidad, la
especificidad de la profesión, la práctica y la vocación misional del educador;
siempre en aras de interrogar y responder a su misión; ya que en dicha
reconfiguración están inmersos sus valores y cualidades morales. Se reseña,
además, como otros autores asumen ese docente desde el cómo, es decir, desde la
didáctica misma del cómo se aprende y cómo se produce la enseñanza; validando
el saber y el hacer en su contexto para acentuar su liderazgo y construir su
propia teoría personal al:
ü Saber
valorar las implicaciones y las consecuencias sociales de su trabajo.
ü Poseer
un conocimiento de sus responsabilidades legales y administrativas.
ü Ser
hábil en valorar su propio progreso profesional mediante la utilización de
estrategias de indagación y reflexión de su propia práctica.
ü Desarrollar
una mentalidad abierta para poder abarcar distintas perspectivas o conocer
formas de investigación en el aula.
Huelga decir en
torno a la emocionalidad, que en Colombia muchos docentes terminan en clínicas
de reposo, ya que son, de primera mano, el muro de contención de sociedades
vulnerables que hacen in viable las
convivencias y atacan al docente, lo que a veces su liderazgo social sea fruto
de acciones violentas, cuando no son de tipo delincuencial por la fobia que ha
marcado grupos de extrema derecha sobre líderes sociales y el docente lo es. En
ese orden de ideas podría decirse que se dan dos principios funcionales
altamente valorados: la subordinación funcional y la previsibilidad de
resultados. Razones que rutinizan la labor del docente y que se hacen pretexto
para seguir indagando, como focos de interés en el desarrollo del liderazgo
docente.
Resumen las
autoras que el profeso en su cotidianeidad afronta, en las escuelas, nuevos
contextos cognitivos y emocionales. Su figura es clave en el aula, pero también
lo es en el contexto profesional más inmediato. Pero nos e puede dejar de lado
que la cultura burocrática ha hecho de las escuelas los lugares donde menos se
discute de educación. No en vano se ha dicho que uno de los metaparadigmas
nuevos y más prometedores de la era postmoderna es el de la colaboración, como
principio articulador e integrador de la acción, la planificación, la cultura,
el desarrollo, la organización y la investigación. Para ello centran los
esfuerzos para apoyar y mejorar la calidad del profesorado en la construcción, el mantenimiento y la
retención de su compromiso que va más allá de su edad cronológica. Tiempo que
le decanta como un líder que pueda mejorar la educación desde su entorno más
inmediato y promover el cambio social, sino está sujeto a presiones propias de
los cambios intempestivos de lugar de trabajo, acoso laboral etc.
Ahora bien, la
experiencia en el propio centro educativo, donde el docente conectar el
conocimiento en campo con las experiencias individuales y las prácticas
colectivas del acto educativo, solo sirven para orgullo o fundamentación ética
del fuero interno del docente, porque entre otras, la educación, en este país,
viene siendo politizada desde hace mucho tiempo, empezando por la posición
geográfica donde esté ubicado el docente, la cual es asumida por nexos políticos.
Ahora bien, resulta muy interesante el
trabajo e capacitación de pares y como reseñaba con e PTA se busca, pero el
docente sigue siendo desconfiado y no cree en su compañeros fácilmente, bien
sea por celos profesionales, por miedo a
perder el control u otras opciones donde se antepone lo personal a lo
profesional- eso es lo que nos dice la experiencia en un alto porcentaje-
Si bien en el
proceso enseñanza/ aprendizaje, un elemento fundamental es el conocimiento, y
sobre el, es importante corroborar que los dos peores estados del conocimiento
son la ignorancia y la certeza; como la gran aliada del liderazgo es la
confianza, ya que esta reduce la incertidumbre y limita el exceso de
culpabilidad que invade la docencia, al fijar de común acuerdo unos límites
sobre lo que razonablemente puede conseguirse en cualquier ambiente y de cara a
una esencia expuesta en la introducción
a este reporte: la innovación.
Resulta una
verdad decir que la innovación educativa exige un nuevo tipo de docentes que
lideren las transformaciones de sus establecimientos para asegurar su éxito, es
decir, exige un liderazgo transformador que recale en la calidad como
paradigma de cambio y reto institucional donde converjan todo los
factores de riesgo institucional bajo la cultura del trabajo colaborativo en
equipo y la confianza.
Huelga decir,
como ya se ha expresado antes, que la gestión tiene que ver con gobernabilidad
y esta, con los nuevos balances e integraciones necesarias entre lo técnico y
lo político en educación: sólo mediante este reposicionamiento estratégico de
las prácticas de dirección de las organizaciones educativas puede hablarse de
gestión, es imperioso que cada docente se sienta y actúe , desde su práctica de
aula, como líder, sin esperar que el liderazgo lo ejerza únicamente el
directivo docente, ”porque es el que manda y le pagan para eso”
El rol del
docente/ líder es la mejor manera de confrontar los modelos de organización del
trabajo basados en los supuestos de administración y control que intentan
mantener presupuestos alienantes como la obediencia y el acatamiento
evidenciar, para dar paso a la
creatividad, la participación activa, el aporte reflexivo, la flexibilidad, la
invención, la capacidad de continuar aprendiendo y la institución entendida como comunidad de aprendizaje.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
http://www.unesco.org/new/en/education/themes/strengthening-education-systems/quality-framework/technicalnotes/
what-makes-a-quality-curriculum/
No hay comentarios:
Publicar un comentario