miércoles, 8 de julio de 2020

ESTRUCTURA CIENCIAS SOCIALES MITRE


GUÍA INGLÉS (1)


GUÍA CIENCIAS NATURALES (1)


GUÍA CIENCIAS SOCIALES (2)


GUÍA LENGUAJE (3)


GUÍA MATEMÁTICA (2)


GUÍA MATEMÁTICA EXPOSICIÓN ARTE


GUÍA DE INGLES (º)


GUÍA LENGUAJE (1)


GUÍA SOCIALES QUINTO


EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA QUINTO


EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA TERCERO


EXAMEN CIENCIAS NATURALES


GUÍA CIENCIAS NATURALES 5º


DE LA CONQUISTA A LA INDEPENDENCIA


COLONIA, CAUSAS Y CONSECUENCIAS.
Guía quinto de primaria Bartolomé Mitre. Docentes Bibiana Gómez y Luz Amparo Hernánde






















Economía
Reformas borbónicas
Estas reformas buscaban aumentar los ingresos fiscales para ampliar las fuerzas militares.

Comercio
Exportaciones
Las exportaciones en la Nueva Granada eran principalmente de solo oro, pero los criollos conocían las capacidades agrícolas de este territorio, pero los españoles estaban enfocados en solo explotar y exportar el oro.
Las consecuencias de estos problemas económicos y de las alzas a los impuestos género que se empezarán a dar una serie de movimientos de rebelión por parte de los comuneros y se empezó a dar ese movimiento y pensamiento de independencia de la corona española.

Importaciones
Los españoles que habitaban en la Nueva Granada estaban en contra de las exportaciones ya que estas impedían el crecimiento económico interior, pero los criollos estaban de acuerdo con estas importaciones lo cual genero conflictos entre españoles y criollos.
Contrabando
La falta de oportunidades de los campesinos e indígenas para tener sus propios recursos económicos llevo a estos a comercializar productos con naciones enemigas a la española, estas eran Inglaterra, Francia y Holanda.

Social
División de autoridades.
Durante la época del siglo XVIII en la Nueva Granda la autoridad estaba fragmentada en todo el territorio, mientras que en alguna parte mandaba la religión en otras mandaban los españoles, esto llevo a que se establecieran virreinatos como el de santa fe.

Ocupación de altos cargos por parte de los criollos.
Los españoles eran los delegados por la corona para controlar y manejar la Nueva Granada desde altos cargos como el fiscal, pero los criollos estaban en iguales condiciones para hacer estas tareas lo que llevo a conflicto con los españoles y se consiguió que los criollos mandaran y ordenaran desde los altos cargos.

Las consecuencias de esta pelea por los cargos dieron como resultado que se empezaran a dar revueltas comuneras.

Cultural
Educación


INDEPENDENCIA
Al principio en la Nueva Granada existía solo la posibilidad de estudiar derecho y filosofía.
Después de la llegada de Mutis se emplearon nuevas posibilidades de estudio como ciencias naturales y la filosofía ya no era obligatoria.


Colombia dependió del virreinato del Perú, hasta el año 1718, en que se formó un virreinato independiente, el de La Nueva Granada, integrado por los actuales países de Colombia, Venezuela y Ecuador.
El movimiento independentista de Colombia está muy vinculado al de Venezuela, y su primera manifestación aconteció el 20 de julio de 1810, cuando, ante el cautiverio del rey español, Fernando VII, se constituyó una junta autónoma de gobierno que presidiría los destinos del territorio mientras el rey permaneciera cautivo.
La causa inmediata y detonante, fue aunque parezca gracioso, el pedido de un florero que realizaron los criollos, Francisco de Paula y Antonio Morales Galavís, ante la llegada a Santa Fe de Bogotá, del comisario del rey, a quien agasajarían con un banquete. Pero esta solicitud tuvo como respuesta el insulto del español hacia los criollos, que enseguida se alzaron no solo contra el agresor sino contra toda la representación española en América
También tuvieron influencia, en la emancipación, al igual que en todas las colonias americanas, las ideas de la ilustración que sembraron los deales de libertad que estimularon la Revolución Francesa, y la La Independencia de los Estados Unidos de América.
Los altos impuestos establecidos por España, las limitaciones comerciales y la imposibilidad de que los criollos ocuparan cargos políticos fueron alimentando el ideal revolucionario.
En el Congreso celebrado en Nueva Granada se mostraban dos tendencias antagónicas, la centralista y la federalista, que añadirían conflictos internos a la amenaza exterior española.
Simón Bolívar logró arrebatar a los españoles los territorios de Cartagena, quien proclamó su independencia el 11 de noviembre de 1811, y Cundinamarca, el 16 de julio de 1813.
Sin embargo, el año 1814, traería novedades. Fernando VII fue repuesto en el trono español, e inició la reconquista de sus territorios coloniales.
Cartagena fue sitiada por el ejército realista, al mando del general Morillo, quien había desembarcado en Santa Marta, y pronto ocupó el territorio a pesar de que sus habitantes se resistieron heroicamente.
En noviembre de 1816, Morillo logró ingresar a Bogotá, pero los revolucionarios no se dieron por vencidos. Desde los llanos de Casenare, liderados por Santander, prepararon la contraofensiva.
Simón Bolívar logró burlar a Morillo y regresó a Nueva Granada, desde Jamaica, donde se había exiliado ante el fracaso de la revolución, al mando de un ejército compuesto por 3.200 hombres, logrando vencer en la batalla del Pantano de Vargas, el 25 de julio de 1819, luego de la hazaña del Cruce de los Andes, y luego, obtener una aplastante victoria en Boyacá, el 7 de agosto de 1819, contra las fuerzas de José María Barreiro. Esto le permitió ocupar Bogotá tres días más tarde, el 10 de agosto, cuando el virrey Sámano ya había dejado el mando, para huir.
Tras poner en el mando de Nueva Granada, con capital en Santa Fe de Bogotá, al general Francisco de Paula Santander, Bolívar se dirigió a Venezuela.
Desde fines de 1817, fue arribando a Angostura la Legión Británica en apoyo a la causa de Bolívar. El reclutamiento en Londres estuvo a cargo de Don Luis López Méndez. Entre los militares ingleses estaba el cuestionado coronel Wilson, de quien se dijo que era un espía español, pero la mayoría fueron hombres de gran valía, como el coronel Rook, quien debió ser amputado de un mano y murió como consecuencia de ese hecho, abrazando como propia, la patria que lo vio morir.
El Congreso celebrado en Angostura, el 15 de febrero de 1819, o sea, antes de la batalla de Boyacá, ya había proclamado las bases para la independencia de Colombia, y para la Constitución, que fue sancionada en 1821. El 17 de diciembre de 1819, luego de los triunfos bélicos, el Congreso de Angostura declaró formalmente constituida la República de Colombia, ratificado posteriormente por un nuevo Congreso celebrado en Cúcuta, un año más tarde, comprendiendo el nuevo estado, tres departamentos, que correspondían a las audiencias de Santa Fé y Quito, y a la Capitanía General de Venezuela, llamada la Gran Colombia, actualmente Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá.
El Presidente de la República fue Simón Bolívar, y el vicepresidente, Francisco Antonio Zea, que se había unido a Bolívar desde 1816, cuando fue expulsado de España junto con los franceses, a quienes apoyó en la ocupación del trono español. Cada una de las regiones de la Gran Colombia, adquirió su propia independencia a partir de 1830, terminando con el sueño de la Gran República de Bolívar.

martes, 30 de junio de 2020

La Charca. Lectura crítica



El fondo de la charca

Tomado de la CDA La Charca

¡Cuenta la leyenda que en algún  lugar, existe una charca cuyas aguas tienen sentimientos y emociones!

Justamente por el levante, al este de la emoción está ubicada la Charca. 

Un lugar mítico, donde habitan cuatro seres magníficos: la Tortuguina Jupa, la elefantita Pekis, la pioja Silrafu y un sapo cazador. 

Todos los días una princesa se sienta en la orilla y diez minutos después de sumergir sus pies en el agua, ella ve con asombro, como la charca se hace un gran espejo que transparenta el agua con un color de absoluta brillantez... 

Ella mira con asombro el prodigio...

A las tres y quince minutos,  el sapo cazador, se ubica en la orilla opuesta y sin ser visto se alela observando tan sin igual belleza.

-¿Te cuento un secreto? ¿Sabes que se esconde en el fondo de la charca?-dijo el sapo con voz de arrullo.

La princesa entre el anonadamiento y el susto gira su cabeza y dice: – ¡Oh! has hablado hermoso sapito-

-¿Sabes?- contestó con orgullo el sapo- Este lugar es el más bello de cualquier estado de ánimo- y continúo el batracio: - todo cuanto en él existe, es la razón de una emoción, pero ¡nada más bello que tú! -

La princesa se sonrojo y agachó la cabeza y en ese instante vio como el sapo reflejaba, sobre el agua... Era el rostro de un apuesto hombre – para ella-

-¡Oh!- exclamó la princesa.
- ¿¡No te he dicho aún el secreto y ya estás sorprendida!?- Honor que haces a mi presencia- Sostuvo el sapo-

- No... No... ¡No entiendo! - exclamó la princesa señalando el agua donde se transparentaba el rostro.

- Mira ahí... en el fondo de la charca- suspiró. Lo que no sabía la princesa, era que el sapo no podía ver en el agua, lo que ella veía.

- Si, en el fondo de la charca, puedes ver, algo fantástico que solo el hada Nimue, tiene reservado para las almas buenas... quizás lo veas.

-¡Si!- replicó con emoción la princesa- ¡Lo veo...es fantástico!

- Disfrútalo, ¡es una vieja armadura y una espada centelleante! – dijo engolando la voz el sapo

- Noooo... ¡es un bello rostro! Mira- espetó ella, abriendo sus bellos ojos.

El agua de la charca tomó un hermoso azul pastel, cuando la princesa agitó sus pies por la emoción.

-Gracias- dijo el sapo... - Aunque creo que no estamos viendo lo mismo – continuó- has tornado este lugar en un fuente de paz, melancolía, serenidad, por eso el agua ha tomado ese color celeste...-

Efectivamente el agua era azul con tonalidades verdosas que iban desde el celeste hasta el marino, dando un brillo especial a la charca...

-Esto es un sueño- suspiró la princesa...

Así, todos los días el sapo y la princesa se reunían a la orilla de la charca y compartían poemas, instantes y ante  todo eso estados de ánimo de la charca que prodigaba la forma como la princesa agitaba sus pies en el agua.

- ¡Oh! Mira es amarilla- decía ella. – hoy, has traído fuerza, vitalidad, energía a la charca- significaba él.

- ¡Urra! Mira sapito es rosa- -siiii, el color de la infancia, hoy eres amabilidad y bienestar-

- ¡Vaya!, qué bello ese color rojo- - fuerza y creatividad-contestaba el sapo.

- ¡Uf!, qué divino ese color naranja, ¿te gusta sapito?- si, mucho es pasión, energía, fuerza, triunfo- contestaba él con igual emoción.

- ¡Recórcholis!, es un color gris... ¿qué ha pasado, hoy, sapito?—Mi princesa, mucho me temo – dijo el sapo- que eso es tristeza y aburrimiento- 

Y explicó el sapo- ¡esa es la razón por la cual en esta charca no existe el color negro! Pero dime princesa: ¿acaso algo te agobia?

- Hace poco sapito- expresó la princesa -estuve hablando con mi padre... –

 -Algo malo te ocurre- interrumpió el sapo-

-NO...No creo- continuó la princesa – Le pregunte a mi padre: ¿qué es la vida? –

– ¿Y el, qué te contestó?- volvió a cortar el sapo, sin avergonzarse de su ansiedad.

-          Me dijo: -¡Hija mía la vida es un sueño entre una bienvenida y una despedida con mucho adioses!-

- ¿Por qué lo preguntas hija mía?- dijo el rey.

- Nooo… padre...¡por nada!- Respondió al princesa.

-          ¿Y tú crees que cuando será esa despedida padre?

-          Mirándola fijamente a los ojos le dijo el soberano: -  Nadie lo sabe hija mía. Pero de lo que si estoy seguro es que me he preparado desde hace tiempo para tu adiós-

-          La princesa lo miró con ojos de compasión.

-          Padre ¿puedes creer que el toque de mi presencia crea estados de ánimo?

-           Lo sé hija mía... En mi despiertas amor- pero díme ¿estás enamorada? No sé porque presiento que un día no regresarás y todo tiene que ver con esa fuente de donde traes el agua que alivia los males del reino. 

Pero si decirle adiós a mi hija es el precio que debo de pagar por el bien de mi gente... ¡que se haga la voluntad del destino!- terminó diciendo el rey con resignación.

-          La princesa tomó de la mano a su padre- bien sabes padre mío que nada haría contra los intereses de la gente del reino y si esa agua que traigo a  diario es fuente de paz y bienestar, seguiré trayéndola para escanciar la sed de todos. 

–La princesa levantó su rostro y mirando fijamente a los ojos del rey, sentenció: - ¿Si me hablas de amor..? ¡No padre! no creo que sea amor... simplemente, es un raro sortilegio, que al verlo se hace difícil del resolver-...

-           Y tú ¿qué crees que es el amor, hija mía?

El sapo que había rebajado la ansiedad...se quedó mirándola dubitativo y explicó con cierto deje de tristeza en su voz:
-          ¡Si! Debo entender que llegó la hora de decir adiós. 

Pero no debes preocuparte, si la idea es por el agua... mis amigas, custodias de la charca, las cuales no conoces, han estado trabajando en el laberinto del pi... 

Recuerdas: la relación entre la longitud de una circunferencia y su diámetro, ellas decidieron ante un reto, a partir del acertijo de Minos y resolvieron construir un laberinto a partir de la solución al problema matemático de “P versus NP”.  ¡!¡!¡!¡!

La idea es hacer un laberinto con tal número de encrucijadas que el hombre no pueda encontrar y así garantizar que el agua llegue a todos, que nadie se apodere de ella y te juro que está próximo a concluirse-

-          ¿Crees que no debo volver?- dijo la princesa.

-          ¡No!- dijo el sapo- simplemente que debes resolver tu propio enigma.

-          Mi enigma es que yo veo, lo que tú no ves – contestó la princesa.

-          Pero eso debes resolverlo por ti misma, quizás para eso eres una princesa-

-      ¡Yo hablo de un rostro, tú de una armadura y una espada centellante!- Explicó la princesa

-          Yo me pregunto más bien- dijo el sapo- ¿por qué estas aguas nunca se han teñido de blanco, el color de la pureza, la limpieza y libertad?

Eran las tres de la tarde y la princesa agitó sus pies en el agua...estas se tornaron en un espejo lila, que poco a poco se fue convirtiendo en violeta...

-  ¡Mon Dieu!- gritó el sapo, al tiempo que se llevaba la mano a  la boca tratando de ocultar lo que acababa de decir- ¡es la magia!- volvió a gritar el sapo.

-  Debo decírtelo-  dijo con  aire circunspecto el sapo- en tu mundo besar un sapo es como sacar un príncipe de una chistera... ¡!¡!¡!

Yo...Yo...pues, yo no lo creo...es simplemente una leyenda...pero...si...

-          ¡Me atrevería a besarte! -dijo rápidamente la princesa sin dejar que el sapo continuara con su parlamento..

– lo haría porque te conozco...me encantas... y si la leyenda funciona debes irte para mi reino y he entendido que nuestro mundo es aquí: La Charca...

El dilema es ¿si quieres un adiós o una despedida? Tu no lo ves, pero yo si veo tu rostro en el agua...yo no veo un sapo, siempre veo un apuesto hombre que llena mi mente y mi corazón de poesía, historia y conocimiento. Si le preguntara a mi padre, me diría que es el amor...

El sapo lanzó un profundo suspiro y se dejó caer de espaldas...cerró los ojos...inhaló el aroma de las violetas y miró compasivo a la princesa...

-          Mi padre lo entendería- prosiguió ella- de alguna forma ya nos dijimos adiós-

Sin pensarlo el sapo corrió de salto en salto a la otra orilla, donde estaba la princesa, cerró los ojos y de un salto le estampó un beso...

En la Charca hubo un relampagueó instantáneo. A lo lejos el eco expiró ¡Ah! Seguido de ¡h! Y el viento pasó con un suave ¡Ojú!

Cuando el sapo abrió los ojos no vio una princesa...se restregó de nuevo los ojos y no podía dar crédito a lo que veía...

-    ¡Mon Dieu!- Una ovejita... ¿qué pasó?...

-     ¡Beee-beee!- Gritaba entre saltos de alegría la ovejita... -!bee-beee ¡-

El sapo en su asombro también empezó a  saltar- ¡croá, croá!-

-          Soy una princesa feliz...muy feliz...lo logramos

-          -¡buah!- el sapo seguía sombrado

-          -No lo ves- dijo la ovejita lo logramos...somos el uno para el otro.

-          ¿Cómo?- preguntó el sapo sin salir del asombro

-          Sencillo, ¡triunfó nuestro amor!

-          ¿Cómo llamas un triunfo a la unión entre un sapo y una oveja?...-estás loca...piensa- Espetó el sapo, perdiendo por primera vez la cordura e inmensamente triste.

La oveja tomó de la mano al sapo y lo acercó a la charca y le reveló el secreto:
-          Si miras a la charca no ves más que el agua... pero si agitas tus ancas en ella verás algo más... Ven—tomó al sapo de la mano y lo llevó al agua.

-          A las tres y 10 minutos el agua se tornó blanca

-          ¡Mon Dieu!- dijo el sapo...por vez primera veía su propio rostro y al mirar al lado, veía relejado el rostro de la oveja, como su princesa... ¡es magia!-

-          ¿Sabes que se esconde en el fondo de la charca?- preguntó el sapo

-          Si- dijo la ovejita – ¡el amor!

Para entonces, Jupa la Tortuguina, Pekis la elefantita y Silrafu la pioja habían presenciado el sortilegio...

-          Bienvenida- dijeron en coro las guardianas de la charca...

 -Emocionar es actuar. Sentir es percibir- a partir de hoy eres una integrante más de este lugar. 

¡Alégrate!, has llegado para decirles a todos que como ovejita “pueden contar contigo”; a partir de hoy serás la “ovejita violetera”.

Aquella mañana el rey se asomó a su ventana y de algún lado, un  fino hilo de agua llegaba hasta el palacio... Sonrió y dijo: - Adiós hija mía-

Eran las tres y.... Nada el reloj estaba loco..de alegría


martes, 23 de junio de 2020

SER JEFE HOY

Ser jefe ya no es lo que era
 Fuente: A. HARGREAVES, Profesorado, cultura y postmodernidad. (Cambian los tiempos, cambia el profesorado), Madrid, Ediciones Morata, 1996.



La tarea de dirección de grupos humanos no es una cuestión de ordenar y controlar. 

La idea de jefe como jerarca ha cambiado o, más precisamente, transita hacia un cambio muy relevante. 

La jerarquía entendida como control desalienta el desarrollo del compromiso y la responsabilidad, obstaculiza el trabajo creativo de casi todos y, por supuesto, concibe el trabajo en equipo. 

La tarea de dirección de grupos humanos no resiste una práctica restringida al mantenimiento del orden y del control a través de los procedimientos. 

Las premisas de trabajo del modelo burocrático se apoyan en la necesidad de generar rutinas de trabajo, de censurar el desarrollo de criterios propios por parte del operador, privilegiando la organización centralizada, la planificación detallada de los rituales, y las tareas individuales que se encadenan a través de múltiples procesos de inspección y control. 

Para “administrar lo dado” se requieren ciertas certidumbres: de tecnologías, de mercados, de calidades, certidumbres con las que ya no contamos.

 Sacudidos por fuertes transformaciones sociales, políticas, productivas y tecnológicas, vivimos en contextos más complejos, dinámicos, exigentes y cambiantes, en tiempos turbulentos donde lo que se sabe no alcanza para impulsar y generar cambios, y donde es necesario reconocer la necesidad de otros saberes y competencias.

 ¿Qué inhibió la cultura de la jerarquía? 

El modelo clásico de la administración diseñó cadenas de jerarquías. A cada función de una organización se correspondía una línea de control basada en normativas externas, generales y formales. 

La jerarquía entendida como control desalentó el desarrollo de un sentido de compromiso con la calidad del trabajo y se tradujo en rigidez, pérdidas de calidad y deterioro de las empresas.

 La jerarquía, con sus niveles y prácticas de control, desaprovecha la oportunidad de incorporar la creatividad y el criterio de los actores, así como la de formar una ética de la responsabilidad en todos los escalones de una organización. 

El dinamismo actual exige, en cambio, desarrollar a pleno las capacidades del ser humano eliminando los resabios del modelo de la administración que aún obstaculizan la puesta en práctica de redes de cooperación y la posibilidad de trabajar formando equipos que puedan desarrollar al máximo la profesionalidad de los sujetos de las organizaciones.

La cultura de la jerarquía administró regularidades pero aplastó el cambio 

Los procesos de trabajo del modelo clásico se apoyaban en la necesidad de generar rutinas de trabajo, de programar totalmente esos procesos según criterios-estándares independientemente de las capacidades personales.

 La regulación minuciosa del trabajo priva a las organizaciones de dos aspectos centrales en un proceso de fortalecimiento: el aprendizaje y la innovación; si el trabajo se realiza en forma estandarizada, quizás pueda lograrse regularizar su ritmo, pero seguramente no quedarán espacios para los aportes personales; no habrá lugar para incorporar nuevos procedimientos, ni para inventos que conduzcan a innovaciones. 

Un sistema de jerarquías administra lo previsible, lo regulado, pero no puede desatar innovaciones. Para innovar verdaderamente es necesario promover una ruptura con las rutinas, las tradiciones y con todo lo que conserva los altos niveles de complacencia en la cultura “del siempre fue así”. 

La dirección en un entorno de incertidumbre 

La idea de conducción ligada sólo a la noción de jerarquía sucumbe frente a la nueva situación de incertidumbre, quiebres históricos y transformaciones. Está en crisis la concepción de que una organización requiere de varios niveles de jerarquía y control para desarrollar proyectos exitosos. Se ha empezado a revertir la tendencia a contar con grandes pirámides jerárquicas, con fuerte predominio de relaciones verticales de subordinación. 

Tiempos de rápidos cambios exigen rápidas respuestas, construidas sobre recreaciones del saber, múltiples e inteligentemente articuladas en el diseño de un producto o de un servicio. 

Una organización que concentra hacia arriba todas las facultades de diseño y decisión es incapaz de responder con eficacia y eficiencia a los nuevos desafíos. Las grandes pirámides incrementan los costos de funcionamiento, desconocen las competencias y los saberes específicos desarrollados en los distintos niveles personales. 

La jerarquía formaliza la comunicación, multiplica las posibilidades de incomunicación y los déficits de consenso. El rediseño de las organizaciones se construye sobre otras bases: una pluralidad de sujetos con sus múltiples saberes, la consideración del aprendizaje sobre la misma organización y la construcción de futuro que oriente hacia dónde dirigirse. 

 En consecuencia, la estructura se “achata”, se simplifica y se redefine el sentido de los roles y de las funciones de todos los que trabajan en una organización. 

En un entorno de acelerados cambios y de gran dinamismo social y cultural, las organizaciones están forzadas a un dilema de hierro: propiciar procesos de mejora continua o hacerse invisibles frente a las múltiples demandas; estos contextos necesitan nuevos estilos de dirección: se trata del desafío del liderazgo, del cambio permanente y aprendizaje sobre lo que hacemos.

La comprensión del cambio 

Cuando se habla de la escuela, suelen surgir las analogías con las empresas. Sin embargo, esas analogías se discuten. Las escuelas no son empresas. Los niños no son productos. Por regla general, los educadores no consiguen beneficios.

 No obstante, las escuelas y las empresas no son absolutamente diferentes. Los grandes institutos de secundaria, en particular, comparten bastantes características importantes con las empresas: gran cantidad de personal, jerarquías de mando bien delineadas, divisiones de responsabilidad especializadas, demarcación de tareas y papeles, y problemas para conseguir coherencia y coordinación. 

Cuando el mundo empresarial entra en crisis importantes y sufre transiciones profundas, las organizaciones de servicios humanitarios, como los hospitales y las escuelas, deben prestar mucha atención, porque pronto las afectarán crisis semejantes. 

Es difícil que algún observador del mundo social que le rodea no tenga conciencia de los enormes cambios que están produciéndose en el mundo empresarial. 

Reestructuraciones, reducciones de plantilla, cambio de organización que están teniendo que afrontar muchas empresas y sus empleados. Los negocios quiebran. Las jerarquías de las organizaciones se hacen más uniformes y los estratos de la burocracia desaparecen. 

El liderazgo y la forma de ejercerlo experimentan extraordinarias transformaciones. 

Cuando las estructuras tradicionales se consumen y aparecen otras nuevas, las pautas de cambio se celebran, a veces, con elogios a la potenciación personal o al aprendizaje y desarrollo de la organización. En otras ocasiones, las celebraciones no son sino el velado eufemismo del colapso de la empresa, de la crueldad gerencial o de la quiebra calculada. 

Dependiendo del punto de vista de valores de cada uno y, a veces, de la situación también, estas transformaciones de la vida de la empresa pueden ser heroicas u horrendas. En cualquier caso, su impacto en el mundo empresarial y más allá de él es formidable. Las transformaciones sociales a las que estamos asistiendo al final del milenio van mucho más allá del mundo empresarial. 

Los grandes cambios en la vida económica y de las organizaciones van acompañados por cambios igualmente profundos, con los que se interrelacionan, en la organización y el impacto del saber y de la información; en la expansión global del peligro ecológico, con la creciente conciencia pública de ese peligro; en la reconstrucción geopolítica del mapa global; en la restitución y reconstitución de las identidades nacionales y culturales e, incluso, en la redifinición y reestructuración de las identidades humanas (human selves). 

Aunque, en cierto sentido, el cambio es ubicuo, el péndulo social siempre está oscilando y no hay nada nuevo bajo el sol, la yuxtaposición de estos cambios generalizados hace que sea más que un simple cambio de moda social. 

En efecto, no es demasiado dramático decir que estos cambios combinados y conectados marcan el declive de un período sociohistórico clave y la llegada de otro. Este significativo cambio sociohistórico nos plantea problemas muy importantes en torno al fin del siglo. 

Dado su papel en la preparación de las generaciones del futuro, las consecuencias de estos cambios son especialmente importantes para los profesores. Sin embargo, aunque las reverberaciones del cambio están empezando a dejarse sentir en el ámbito educativo, a menudo sólo se comprenden vagamente. 

En realidad, la bibliografía general sobre el cambio educativo lo ha tratado de forma más bien pobre. 

La bibliografía sobre el cambio educativo está repleta de teorías y modos de ver lo que ha llegado a conocerse como el proceso de cambio. 

Tratando los aspectos más genéricos del cambio educativo, esta bibliografía nos ha ayudado a apreciar cómo se implementa el cambio, cómo las personas lo realizan por su cuenta y cómo persiste el cambio y, con el tiempo, se institucionaliza. Sin embargo, con frecuencia, la atención intensiva y acumulativa dispensada al proceso de cambio ha llevado a lo que Robert Merton llamaba desplazamiento de metas. 

Dicho desplazamiento se produce cuando nos quedamos tan fascinados por los medios con los que tratamos de alcanzar nuestras metas que aquéllos suplantan, en último extremo, a éstas. 

Los objetivos originales acaban pasándose por alto u olvidándose. A menudo, la preocupación por el proceso de cambio acaba así. 
Cuando los esfuerzos se canalizan hacia la implementación, las razones iniciales para efectuar el cambio pasan rápidamente a segundo plano. En consecuencia, las personas afectadas se preguntan a menudo qué objeto tiene el cambio. 

No tienen claros sus orígenes, sus fines ni su relevancia para alcanzarlos. Aunque ahora nos encontramos con un impresionante discurso profesional sobre el proceso de cambio, nuestra atención al fin y al contexto del cambio y a los discursos mediante los que se interpreta y expresa, sale relativamente mal parada.

 El discurso se basa en la proposición fundamental de que los problemas y los cambios a los que se enfrentan profesores y escuelas no están confinados a los límites estrictos de la educación, sino que se enraízan en una importantísima transición sociohistórica desde el período de la modernidad al de la postmodernidad. 

Las demandas y contingencias del mundo postmoderno, cada vez más complejo y acelerado, están afectando de forma creciente a profesores y escuelas. Sin embargo, a menudo su respuesta es inadecuada o ineficaz, dejando intactos los sistemas y estructuras del presente o retirándose a los reconfortantes mitos del pasado. 

Las escuelas y los profesores tratan de aplicar soluciones burocráticas de corte modernista: más sistemas, más jerarquías, más imposición del cambio, más de lo mismo. O se retiran con nostalgia a los mitos premodernos de la comunidad, el consenso y la colaboración, en donde lo pequeño es hermoso y las amistades y la lealtad vinculan a los profesores y a otros en redes tupidas y protegidas de objetos y pertenencias comunes. 

En muchos aspectos, las escuelas siguen siendo instituciones modernistas y, en algunos casos, incluso premodernas, que se ven obligadas a operar en un complejo postmoderno. 

A medida que pasa el tiempo, la distancia entre el mundo de la escuela y el mundo exterior a la misma se hace cada vez más evidente. El carácter anacrónico de la escolarización es cada vez más transparente. Esta disparidad define gran parte de la crisis contemporánea de la escolarización y la enseñanza.

Doctorado. Recursos lexicales parentales y medíaticos

 Curriculo. Grado undécimo. Bachillerato Humanidades. Por John Jairo Botero González.